martes, 30 de noviembre de 2010

Eduardo Martín de la Cámara, el consuegro de Atilano Casado ( 1 )


A él probablemente no le habría gustado esta calificación, no sólo por injusta y cicatera, sino sobre todo por temor a que sus genes pudieran reprocharle ese parentesco. De todas formas hubiera acabado conformándose como es habitual en situaciones similares, pero se libró de ese trago pues fue “consuegro post mortem”, ya que cuando él muere en 1926 restaban cinco años para que su hija Elena matrimoniara con un hijo de Atilano Casado.

Cuando en febrero de 1.900 viene a esta Ciudad para ocupar el cargo de Contador en su Ayuntamiento es ya un conocido periodista y abogado, de sólida formación humanista y literaria. Descendía de una familia firmemente liberal y progresista.

Su bisabuelo León Martín de la Cámara y Benito, nacido en Magán (Toledo) el 20-2-1799, se crió y educó en Madrid al lado de su tío Joaquín, Vista de Aduanas. Durante el trienio liberal fue miliciano nacional destacando su actuación en los hechos del 7 de julio de 1822 en los que el arrojo de los voluntarios de la Milicia derrotaron en la Plaza Mayor de Madrid y pusieron en fuga a los componentes de la Guardia Real, sublevados en los días anteriores para derogar la Constitución de 1812 y reponer la monarquía absoluta. En su reconocimiento el 16 de enero de 1823 fue declarado “benefactor de la patria”.

Ejecución de Riego en La Cebada
 Cuando, ante la invasión de los “cien mil hijos de San Luis”, el gobierno constitucional se ve forzado a dirigirse al sur, primero a Sevilla y finalmente a Cádiz, , él marcha con su batallón de milicianos voluntarios para protegerle y en defensa del régimen liberal; participó en todas las acciones, en especial frente al asedio y bombardeo de Cádiz el 23 de septiembre de 1823, tras el que, triunfante el absolutismo, consigue regresar a Madrid sin ser preso (1).

Terminada la década ominosa y muerto el rey Fernando, en 1834 se incorpora a la Milicia Urbana de Madrid. Precisamente en la parada celebrada el 12 de julio de dicho año llamó la atención un banderín viejo y agujereado con las letras M M entrecruzadas propias de la antigua Milicia de Madrid; lo llevaba en la punta del fusil el sargento León Martín de la Cámara quien lo había traído al escapar de Cádiz ceñido a su cuerpo y había tenido el valor de conservarlo en los años difíciles(2).

Posteriormente en los diversos lugares en que vivió, desempeñando su empleo de interventor de Correos hasta su jubilación -Puerto Real, Villanueva de la Serena, Benavente y Navalcarnero-, siempre siguió su actividad de Miliciano en los períodos que fue posible. Falleció en su casa de Chamberí de Madrid el 30 de mayo de 1866. La prensa de esos días notificaba su muerte diciendo “con profundo sentimiento anunciamos la muerte de León Martín de la Cámara, antiguo y consecuente progresista, cuyas virtudes cívicas y privadas le habían grangeado la estimación de cuantos le conocieron y trataron; su vida entera que consagró al servicio de la libertad, debe proponerse como ejemplo”(3).

Su abuelo Eduardo Martín de la Cámara y Puertas nació en Madrid en 1824, donde trabajó como agente de negocios. Siguió la estela liberal y demócrata de su padre. En los acontecimientos de julio de 1854 en Madrid, tras la sublevación de 28 de junio o “Vicalvarada”, aparece firmando el Manifiesto de la Junta de Pontejos como jefe de la fuerza armada(4). En 1856, durante los sucesos del 14 al 16 de julio, combate dentro del batallón 3º de ligeros de la Milicia Nacional en la Plaza de Santo Domingo hasta que la falta de munición les obliga a retirarse a sus casas (5).


  En 1863 es uno de los primeros firmantes del Manifiesto de los Demócratas de Madrid de 30-9-1863 defendiendo la abstención en las próximas elecciones generales (6). Como colofón, al triunfar la revolución de 1868 -“la Gloriosa”-, es designado integrante de la Junta Superior Revolucionaria como Diputado y como tal aparece firmante de la emotiva Proclama que dicha Junta publica el 7-10-1868  y que se reproduce aquí.  (7).

Tras estos hechos, al ser designado en julio de 1869 como Ministro de Ultramar Manuel Becerra, notable masón pues era Gran Maestre del Gran Oriente de España, entra a trabajar como Oficial de la Secretaría de dicho Ministerio (8);su disfrute de este cargo dura el tiempo que su correligionario Sr. Becerra permanece en ese Ministerio, pues su dimisión como Jefe de Administración en el Ministerio de Ultramar es aceptada el 16-4-1870, unos días después del cese de aquel como Ministro (9). Falleció en Madrid el 9 de diciembre de 1875 (10)

Su padre Eduardo Enrique Martín de la Cámara y Dávila nació en Madrid el año 1850. Cursa estudios de Filosofía en 1866 y de Derecho entre dicho año y 1869 en la Universidad Central de Madrid (11). En esas fechas, en las que su padre ocupa un buen cargo en el Ministerio de Ultramar, se traslada a las Islas Filipinas. Allí ejercerá de Notario durante más de veinte años en varias localidades: Abay, Manzanilla y Pampanga. De esta ciudad en 1882 es destinado a Manila, capital en la que llegó a ser Decano de su Colegio Notarial y en la que permanecerá hasta mediados de 1897.

En las Islas se casó, nació su hijo, el Eduardo que nos ocupa, y enviudó muy joven todavía. Para describirle las mejores palabras son las de su hijo quien dijo de él. “Notario que fue de Manila, español a ultranza, humano, fraterno y justo, cuando el serlo, bajo aquel medio, despertaba suspicacias”(12). Como masón que era, de grado 33, en su logia de “La Integridad Nacional” y en el Consejo Regional trabajó siempre por el entendimiento fraterno y la consolidación del Gran Oriente Español en Filipinas(13).

 De su afición por la poesía y de su devoción por Cervantes, cualidades heredadas plenamente por su hijo, nos ha quedado como muestra el poema titulado “Al insigne escritor complutense Miguel de Cervantes Saavedra” , leído por él personalmente en Alcalá el 9-10-1878 con motivo de la primera piedra del monumento a Cervantes(14).
Regresado a España cuando la pérdida de las Filipinas era inminente, antes de su muerte, publicó .en los números 1898 y 1899 de la revista La Notaría “El Notariado en Filipinas. Su génesis, crecimiento y muerte"
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 (1) El General Riego no tuvo la misma suerte. Fue hecho prisionero en Arquillos (Jaén) , trasladado a Madrid y ejecutado el 7 de noviembre de 1823 en el patíbulo de la Plaza de la Cebada.
(2) Este banderín, la prenda mas sagrada para él, lo entregó en el lecho de muerte a su nieto Eduardo Enrique, que contaba entonces diez y seis años de edad.
(3) “La Discusión. Diario Democrático” de 5 de junio de 1866
(4) La España” de 3 de agosto de 1854
(5) “El Clamor” de 18-7-1856; “La Discusión” de 5-6-1866
(6) Suplemento de “La Discusión” de 8 de octubre de 1863
(7) Gaceta de Madrid de 8-10-1868; y en “La Correspondencia de España” de ese día
(8) Guía de Forasteros en Madrid-Años de 1869 y de 1870-
(9) Gaceta de Madrid de 17-4-1870
(10) “La Correspondencia de España” de 10-12-1875
(11) Archivo Histórico Nacional, Universidades, 4397, Expediente 1
(12) Dedicatoria de su libro “Parnaso Filipino” Editorial Maucci- Barcelona, 1922
(13) La Masonería española en Filipinas, por Susana Cuartero Escobés- Tomo I, paginas 92 y ss ; y Boletín del Gran Oriente Español de 4-2-1891, pagina 4.
(14) Una copia manuscrita obsequiada por el autor el 12-8-1878 a Félix Huerta me ha sido facilitada por mi amigo Arsenio Lope Huerta; también fue publicada en el periódico local “La Cuna de Cervantes” según Ricardo Monner Sans en su obra “Ensayo de Antología Cervantina”, -Buenos Aires- 1916-
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(Continuará)

3 comentarios:

  1. Como me viene interesando cualquier trabajo en verso dedicado a don Miguel de Cervantes, me hubiera gustado que Usted hubiera dado a conocer el poema que dice leyó el Señor Martin de la Cámara en ese acto de la primera piedra
    Julio Torralbo

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    1. Aunque tarde mi contestación la publiqué en http://porlascallesdealcala.blogspot.com.es/2012/01/por-respeto-mis-comentaristas.html y allí puede leerse el poema del notario Martin de la Cámara

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  2. A la vista de determinados hechos que relatas sobre mi bisabuela me gustaría contactar contigo y saber tus fuentes. Mi correo electrónico es mtmats@unileon.es

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