La otra
madrugada andaba yo vagando por la red etérea, en busca de alguna
pista sobre el doctor Eznarriaga, director que fue del Hospital
Militar de Alcalá, y vine a dar con un fichero enrevesado,
incomprensible. Allí estaba agazapado en un rincón de mi buhardilla
virtual. Se componía de una serie de signos y letras, pero sin
sentido, al menos aparente. Los roedores del lenguaje habían hecho
un buen trabajo. Algunas pistas sí que daba:
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CUEVAS
HISTÓRICAS
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Recordé
que mi amigo Arsenio Lope Huerta publicó hace años un ilustrativo
libro sobre "leyendas y refranes complutenses". Siempre amable, me confirmó que en su libro hacía
referencia a la llamada cueva de los gigantes y a la existencia de
un folleto sobre una visita a la misma a finales del siglo XIX. Por
fin gracias a la excelente y exhaustiva página personal de José
Carlos Canalda (1), en su ensayo sobre "el Henares y los
escritores alcalaínos", obtuve los datos básicos del folleto:
"Las cuevas históricas de Alcalá la Vieja. Leyenda"-
Alcalá de Henares 1889. Imprenta de F. García Carballo-.(2).
Así
las cosas, mi proverbial habilidad me ha permitido hacerme con un
ejemplar de dicho documento, en perfecto estado.
Pudiera parecer que
con él se pretende dar a conocer la leyenda, en versos
pretendidamente poéticos, que sobre la cueva del Ecce Homo se
contaba tradicionalmente; sobre todo al figurar , como autores del
folleto, quienes lo fueron de los poemas, Adrián L. Bruguera y
Vicente Gutierrez Muñiz. Pero el objeto real de esta publicación es dejar
constancia "de una reunión gratísima de amigos que, en amable
unión y compaña, fuimos de día de campo, el 9 de octubre de 1889,
a Alcalá la Vieja; tal es la cosa", según refiere el Padre
Lecanda en el prólogo. Es pues la crónica de una excursión
adornada literariamente; la realidad frente a la leyenda.
Dejo
para otro día la publicación de la leyenda en verso. Hoy vamos a la
crónica de la amigable gira.
El 9 de octubre de 1889 se congregaron
en los terrenos de "la Isla" una amplia representación de
la sociedad alcalaína de esa época: El Padre Lecanda; Juan
Catalina; Ignacio Martín Esperanza; el fiscal Gullón; Manuel Laredo;
José Cútoli; Lucas del Campo; el farmacéutico Francisco Gil; los
militares José de la Guardia, Antonio M. Bravo y Vicente Gutierrez;
los médicos Aniceto Eznarriaga, Francisco Coll y Máximo de
Francisco; el archivero Ramón Santa María; el experto en ciencias
naturales Santiago Cifuentes; el poeta Bruguera y algún otro que
omito para no cansar. Su objetivo era llevar a cabo un reconocimiento
a fondo de la cueva y comprobar sus secretos verdaderos. En palabras
del redactor de la noticia, José Fernández, "solo
el amor á la ciencia reunió tan numeroso concurso y, al descender
a! antro donde se alojaba la encantada Princesa y el descomunal
gigante, no iban en busca de tesoro, querían saber qué era esa
cueva, cual fue el motivo de su construcción, de qué época data y
cual fue su objeto; para de este modo satisfacer su curiosidad".
El
cronista nos relata así la incursión: "los expedicionarios
penetraron por la abertura irregular existente en la falda occidental
del cerro denominado el Ecce Homo, provistos de hachas de viento,
faroles y cuerdas. Hora y media
se tardó en recorrer la tan renombrada cueva de los gigantes; la
cual presenta una forma caprichosa y accidental, determinando una
serie de galerías que al parecer no obedecen á plan alguno
conocido; la bóveda y paredes están formadas por masas arcillosas
muy ricas en variedades de yeso fibroso y hojoso, encontrándose muy
bonitos ejemplares de sielenita; dichas galerías están sostenidas
por columnas que intencionadamente fueron dejadas, al practicar las
excavaciones, para sostener tan inmensa techumbre"
¿Cuáles
fueron los hallazgos de esta inspección? Los
resultados prácticos, siempre ateniendonos a las palabras del
relator, fueron de poca entidad:
-
que esta excavación no se llevó a cabo para extraer yeso y
arcilla, sino que constituyó habitáculo subterráneo de los árabes
,
-
y que debe "abandonarse la creencia de que
esta cueva sea entrada de un camino subterráneo que llegue hasta
Guadalajara, en razón á que siguiendo siempre la derecha de las
galerías, sin dar nunca la espalda, se vuelve al sitio de partida".
El
esperado "parto de los montes" (en este caso del Ecce Homo)
vino a resultar simplemente una "amigable gira campestre".
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(1).-
Esta es su dirección (y merece la pena): http://www.jccanalda.es
(2).-Para
conocer la situación actual, su abandono y riesgo de desaparición
ver en http://www.patrimoniocomplutense.es/lp/20011.htm, de
donde procede la foto de la cueva arriba reproducida.
Hace un par de años visitamos la cueva y grabamos este vídeo para documentar el lugar. El vídeo ha superado las 548.000 visitas: https://youtu.be/Ghz0xgVhsAo
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