Aún queda alguna de esas placas, que, incrustadas en las fachadas, servían para identificar los edificios protegidos por esa sociedad. Si alzamos un poco la mirada podremos verlas sobre el dintel de la puerta o entre los balcones de algunos edificios. Son pocas ya, pero dan testimonio de una institución que, durante casi cien años, cumplió una función de asistencia mutua entre los propietarios de las edificaciones alcalaínas. Una vez más el recuerdo de las creaciones sociales de los hombres permanece gracias a las piedras.
En 1869 unos cuantos alcalaínos propietarios de casas, en linea con el espíritu asociativo y de ayuda mutua muy extendido en aquellas fechas, fundaron "La Complutense, Sociedad de Socorros Mutuos contra Incendios". Doce años mas tarde los redactores de su nuevo Reglamento (1) explicaban dicho nacimiento:
"Como medio de subsanar las desventuras que en pos de sí lleva todo siniestro en los edificios, se crean diariamente sociedades que aseguran la reposición de lo que el voraz incendio consume en cortos instantes. De las diversas formas adoptadas para constituir estas asociaciones, ninguna más sencilla y económica que la mutua. Cuando algún asociado tiene la desgracia de ser víctima de un accidente fortuito, la mutua sociedad aseguradora, refractaria por su índole a toda especulación, calculada sobre la mayor o menor probabilidad del mal ajeno, se apresura a remediarle, ejerciendo un verdadero acto de sublime caridad. No hay Sociedad ni más barata ni más benéfica."
Con un aparato administrativo muy sencillo, esta Mutua pura, de derrama y ámbito local, fue creciendo a satisfacción de sus asociados y sin grandes sobresaltos. La mayor parte de la sociedad alcalaína se asoció a ella, incluido el Ayuntamiento, los Condueños, la Cofradía del Val y hasta la Parroquia de Santa María ( en 1936 esta Iglesia estaba asegurada en 50.000 pesetas) Por contra,sus siniestros fueron pocos y de pequeña cuantía ( el mayor costó 8.531 pesetas y afectó a la finca de Bellido de la Plaza Mayor, en 1944).
Pero la evolución de sus principales cifras de negocio (2), que resumo expresadas en pesetas, no fue todo lo que hubiera sido conveniente y, en los últimos años indican un estancamiento progresivo:
Años Reservas Propias Capitales Asegurados Cuotas
1917 21.398,35 3.057.568 1.175,15
1928 35.740 ,52 4.674.023 3.111.35
1935 53.677,25 5.364.523 2 .742,35
1942 60.101,89 ? 4.162,35
1943 62,788,13 5.415.418 4,039,88
1944 57.653,56 ? 5.866,96
Con la llegada del siglo XX, la institución aseguradora, tanto bajo la forma de sociedad anónima como de mutua, había sufrido una importante transformación; desde el punto de vista legislativo con la primera ley del seguro en 1908, y desde el punto de vista técnico por la mayor preparación para la evaluacion de los riesgos y su compensación a través de "los grandes números".
La Complutense estaba condenada a morir poco a poco. Las sociedades mercantiles iban minando su futuro y los alcalaínos fueron asegurando sus casas en entidades más activas y solventes.
José Pérez Rojo, que fue Director de La complutense en los años 1942 a 1944, echaba la culpa a la desidia de los socios y a la falta de previsión de los directivos anteriores. En la Memoria de 1944 aún se esfuerza en intentar mejorar la situación:
"La vida lánguida en que se desenvuelve no debe continuar ni un minuto más. Tenemos la obligación de exponeros la verdadera situación de la Sociedad que sólo vive de sus grandezas pasadas, sin pensar que la evolución de los tiempos obliga a amoldarse a ellos, so pena de perecer"
Pero sus propuestas de constituir unas reservas o capital social de 400.000 pesetas , de proceder a una revalorización adecuada de las edificaciones aseguradas y de acudir al apoyo del reaseguro, cayeron en saco roto . Y "La Complutense" murió de inanición a pesar de las últimas palabras del Sr. Pérez Rojo:
""Solo resta insistiros en la necesidad de que abandonemos la desidia y desinterés de que damos muestra, que sólo conducirá a ver desaparecer paulatinamente otra Sociedad tan genuinamente alcalaína como la que nos ocupa, sin más excusa que la del abandono que la tuvieron sus mejores hijos, que poco a poco ven cómo desaparece la historia de nuestra ciudad, sin que vibre la tradición de su apellido, ya que no el cariño que no sintieron" (3)
Esperemos (4) que al menos las pocas lápidas. que subsisten sean respetadas...........
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(1).- "Proyecto del nuevo Reglamento para la Sociedad de seguros mutuos contra incendios titulada LA COMPLUTENSE"- Alcalá de Henares- Establecimiento de F. García, Santiago, 13- 1881-
(2).- Datos tomados de las Memorias de la Sociedad de los años referidos
(3).- "La Complutense", Sociedad de seguros mutuos contra incendios.- Memoria de 1944.- Imprenta y Papelería V. Corral.- Generalísimo Franco, 15
(4).- Al reformar esta fachada de la calle Mayor se mantuvo la lápida:
Por el contrario en esta reforma de una de las fachadas más antigua de la misma calle, desapareció la lápida:
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