Entre las cartas dirigidas por Goya a su amigo y comerciante Martin Zapater, cuya colección manuscrita se conserva en el Museo del Prado (1), está la que relata la fiesta que, en homenaje a aquel, se dieron en Madrid unos cuantos amigos, en la Navidad de 1797. Y miren por donde en la misma partícipó la tal dueña.
En aquellas fechas Nicolasa Lázaro de San Pedro ya era titular única de la finca "La Esgarabita". El 20 de febrero de 1796 le había sido adjudicada la plena posesión de la misma, tras el fallecimiento de su marido Pedro Antonio de Berda y Tornyeli, con quien había contraido matrimonio el 27 de setiembre de 1771 en la Parroquia de San José de Madrid. Aunque ella era de Meco y su marido de Cabanillas del Campo, desde tiempo atras vivían en la capital. Su padre, Pedro de Lázaro García, escultor y artesano del bronce, llevaba años manteniendo una buena relación de trabajo con el que luego fue su marido, Pedro Berda, tambien broncista de prestigio. Ambos dejaron muestras notables de su colaboración y buen hacer en el retablo de la Iglesia de la Visitación de Madrid, en la escalera y fachada del Palacio Real, y en la Catedral de Cuenca donde ejecutaron los bronces, rejas y demás adornos de la Capilla Real y del Transparente.
A la hora de invertir sus ganancias, Pedro Berda escogió la hacienda y molino de La Esgarabita, cercana a Alcalá de Henares, y próxima a Meco, pueblo origen de su mujer. Por 600.000 reales, el 12 de febrero de 1773, formalizó con la Junta de Temporalidades, ante el escribano de Alcalá Don Ramón Vicente Morodio, la compra de dicha finca, que había estado en poder de los Jesuitas desde el siglo XVI y hasta su expulsión.
Pero eso fue antes. Ahora encontramos a su viuda, ya propietaria de La Esgarabita, en amigable jolgorio con el grupo de amigos zaragozanos (2) encabezado por Francisco de Goya, una tarde de diciembre de 1797. Ella y Josefa Bayeu, la esposa de Goya, son las únicas mujeres.
En el origen de esta carta estuvo el hecho de que Martin Zapater había sido agraciado en fechas anteriores, en el sorteo de premios a los poseedores de acciones del Real Empréstito, con 7.500 reales, por lo que envió a sus amigos zaragozanos residentes en Madrid "esquisitos manjares, delicados vinos, y suavisimos licores", con el remate de la reserva "del Balcon sobre la Villa (3) para que nos divertamos, y descansemos de las fatigas de la celevridad".
Para dar buena cuenta de las viandas y licores se reunieron en la casa de Goya y disfrutaron de lo lindo. Con esta descripción tan viva y expresiva se lo cuentan a Zapater : "asi nos hemos exaltado a tal punto, que la alegria casi a pasado a ser inmoderada,! que brindis! que repeticion de Botellas,! que Cafée que plus Cafee:! que botellas! que copas por el aire!: no hay mas que decir, sino que el christal de la Casa se ha renobado; y a todas estas solo se oian las alegres voces de, viva Zapater, que excelente hombre, que buen Amigo:viva, y mas viba."
En este ambente y como agradecimiento, entre todos redactan la carta que Goya manuscribe. La incia con su habitual señal de la cruz, aunque con una grafia y expresiones grandilocuentes, de apariencia muy formalista, pero adecuadas al espiritu burlesco, al tono irónico y transgresor que impera en toda ella..
Al final figuran las felicitaciones y firmas de todos los asistentes. Goya lo hace como "Fran.co de tus Glorias o de Goya". Los hombres firmaron en la hoja principal. Las dos mujeres lo tienen que hacer en el reverso en la última página. Primero está la firma con rubrica de nuestra viuda Nicolasa Lázaro "con su tortada (4) como una rueda de coche", que es dibujada en forma oval bajo la firma; todo queda luego integrado con el dibujo de una figura femenina de perfil, obra del mismo Goya, que, junto a la posterior firma de la mujer del artista, pudiera haber sido un broche final a la carta,
Sin embargo ésta se cierra con un inquietante dibujo, de humor grueso, abierto a multiples interpretaciones, pero que posiblemente solo quería, en el ambiente jocoso de la reunión, expresar la disponibilidad de todos los asistentes hacia su gran amigo Zapater: Una figura masculina de espaldas, a cuatro patas sobre el suelo, mostrando un gran trasero desnudo.
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(1).- Puede disfrutarse de esta correspondencia en la página del Museo del Prado, en http://www.museodelprado.es/goya-en-el-prado/obras/lista/?tx_gbgonline_pi1%5Bgocollectionids%5D=32
(2).- Nicolasa no era de Zaragoza, pero como si lo fuese, ya que tanto su padre como su marido tuvieron gran relación con esa ciudad., hasta el punto de que la mayor parte de los autores los consideraban zaragozanos. Jesus Bermejo en la página 179 de su libro "La Catedral de Cuenca" tuvo que salir al paso diciendo de Pedro Lázaro y Pedro Berda "que no son zaragozanos ni en Zaragoza hacen sus trabajos, como se dice comunmente por los autores, sino vecinos de Madrid en donde habitualmente trabajaban"
(3).- Normalmente se interpreta que "alquiló para ellos un balcón en la Plaza Mayor, para que asistieran a los toros". Pero hay algún autor que considera que debe entenderse como una invitación al palco de un teatro, palco que estaría ubicado sobre el palco municipal, sobre el de la Villa.
(4).-Al parecer, típico pastel de carne y huevos.
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