¿Qué esconde este montante de abanico de la casa de la calle de Libreros, esquina a la de Nebrija? Me sorprendió descubrirlo despues de haber pasado frente a esta fachada miles y miles de veces. Pero un día se encendió la chispa: contiene una A por triplicado. El propietario que hizo la reforma quiso dejar su firma para la posteridad.: era ANGEL ARANCÓN AZAÑA .
Aunque la verdad es que esta finca llegó a ser de su propiedad sin esfuerzo alguno por su parte, sólo merced a la generosidad de su tía Concepción Azaña Garrido .Es más él no era el primero en el orden para heredarla.
Entre las múltiples adquisiciones, que el rico hacendado afincado en Alcalá de Henares Jose Gerónimo Moreno hizo en esta ciudad en la segunda mitad del siglo XIX, figura la de este edificio. Se lo compró a Don Nemesio Sancha y Herrera por 24.500 pesetas el 30 de abril de 1888, estando casado en segundas nupcias con Concepción Azaña y Garrido. Era, pues, bien ganancial. El 21 de noviembre de 1899, al efectuar la división de gananciales y adjudicación de bienes por fallecimiento del Señor Moreno, esta casa de la calle Libreros se asignó a su viuda en plena propiedad.
Tras su muerte esta finca no pasó a manos de su única hija y heredera universal Antonia Moreno Azaña. Su madre quiso beneficiar a su hermana Antonia Azaña legándole la plena propiedad de la misma con facultad de venderla libremente, pero ,si antes de morir no había ejercido esa facultad, pasaría a ser propietario su sobrino Angel Arancón Azaña. Al cumplirse estas previsiones pasó a disfrutar de la casa y pudo insertar en su fachada con todo orgullo la triple A, lo mismo que hace el cowboy que marca su ganado.
Concepción Azaña tuvo otros gestos de generosidad, actos que en modo alguno disgustarían a su hija Anonia Moreno ni a su ya marido Atilano Casado si se considera la cuantosisima herencia que ya había recibido. En efecto, además de legarles a su hermana y sobrino la casa de la calle de Nebrija donde ahora está la fábrica de hielo Gallo, tuvo el detalle de dejar 5.000 pesetas a cada una de sus tres cuñadas, Magdalena, Petra y Leocadia Moreno.
Esta finca que fue sede del Colegio de Leon de la Universidad Cisneriana pasó de manos de los herederos del señor de la triple A a las de la Universidad de Alcalá sucesora de la anterior. Lo que son las cosas.
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ResponderEliminarCurioso detalle. El próximo día que pase frente a la puerta, me fijaré sin duda en la triple A.
ResponderEliminarUn saludo.
Gregorio